mr. domingo

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Caribbean Club Cocktail Bar



En pleno corazón de la Barcelona más turística podemos encontrar un remanso de paz y placer al alcance solo de los iniciados. Es el Caribbean Club, el hermano pequeño del Cocktail Club Boadas, la coctelería más prestigiosa de Barcelona, y uno de los rincones más auténticos de la ciudad. Cruzar su invisible puerta de madera nos adentra en un local de otra época, un rara avis de la Barcelona más moderna y aséptica, un pequeño paraíso del buen beber y del placer de conversar y abstraerse durante unas horas de nuestra anodina cotidianidad.

Saborear un excelente Bloddy Mary o un Gin Tonic de los de verdad en su barra con alguno de sus habituales es una experiencia única. Además, el local cuenta con la solera y el prestigio de la marca Boadas (está situado a apenas unos metros del clásico Boadas, en la calle Sitges), un emblema de la coctelería en Barcelona y escuela de los mejores barmans de la ciudad.

Boadas Cocktail Bar

La historia de la coctelería Boadas se inicia en Cuba de la mano de su creador Miguel Boadas, oriundo de Lloret de Mar, que inició su carrera como barman en las primeras décadas del siglo pasado en el famoso La Floridita, propiedad de su primo Narcís Sara Parera, y en otros míticos locales como el bar del Yatch Club de La Habana. Pero en 1925 tras una visita a España se enamora de una muchacha llamada María y decide volverse a su país, instalándose en Barcelona e iniciando su carrera como barman en la ciudad. Trabajó en el bar Moka, el Nuria, la Maison Doreé y el Canaletas, hasta que pudo hacer realidad su sueño en octubre de 1933 e inaugurar el Boadas Cocktail Bar, la primera coctelería de Barcelona.



Desde entonces han pasado por este mítico local personalidades como Hemingway, Dalí, Picasso, Miró, Josephine Baker, Miró, Machín, Serrat o Josep Pla, entre otros. Aún hoy en día mantiene el pulso como referente de la coctelería catalana y conserva la misma decoración y el buen hacer de antaño, en un local regentado ahora por la hija de Boadas, María Dolores. Precisamente su marido, fallecido hace unos meses, Josep Luis Maruenda, fue uno de los impulsores del Caribbean Club como un refugio de la autenticidad de los locales de otras épocas.



Lo cierto es que sumergirte en el Caribbean Club es entrar en otra dimensión, parar el reloj y disfrutar de un ambiente único e irrepetible. Cuenta con una impresionante colección de cocteleras clásicas, como una conmemorativa de final de la ley seca de 1934 o una con forma de pingüino, además de otros objetos marineros como una antigua escafandra y multitud de cuadros añejos, como su esplendorosa colección de Ron. Una visita obligada para todos los amantes del buen beber, a poder ser atendido por su barman oficial, Jose Antonio, un maestro de la coctelería que a buen seguro os va a sorprender.

mrdomingo

8 comentarios en «Caribbean Club Cocktail Bar»

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