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Asesinando reyes, el arte del regicidio



Un interesante estudio de la Universidad de Cambridge publicado esta semana en el British Journal of Criminology ha realizado un sorprendente análisis estadístico de los fallecimientos de 1.513 monarcas de 45 monarquías europeas durante el periodo del 600 a 1800. El resultado es francamente revelador y demuestra que el regicidio en Europa en esta época era, sin duda, el deporte nacional: más de un cuarto de los fallecimientos fueron sangrientos (un 22%) ya sea en batallas, asesinatos o accidentes, y, de ellos, un 15% fueron directamente muertes violentas.

El director del estudio, el profesor de Criminología de la Universidad de Cambridge Manuel Eisner, señala que «la cifra del 15 por ciento corresponde a una tasa promedio de 10 asesinatos por cada 1.000 años de vida como un monarca – muy superior a la tasa de homicidios de las zonas más conflictivas del mundo de hoy en día-«.  «Esta tasa es más alta incluso que la media de muertes por los combates de una guerra contemporánea, lo que demuestra la intensa rivalidad por el control del poder que caracterizaba a las élites políticas europeas de esta época», añade Eisner.

La eliminación de un monarca proporcionaba importantes beneficios y, así, el asesinato fue visto por las élites políticas como una vía rápida para el cambio de régimen y el enriquecimiento propio.

Aún así, el estudio señala que los regicidios fueron mucho más comunes en la Edad Media que en las últimas centurias del milenio. La progresiva separación de poderes y la generalización de los parlamentos hizo que el regicidio fuera cada vez más difícil justificar, más allá del mandato divino. Aún así en el siglo XX vivimos importantes y trascendentes regicidios como el del Zar Nicolas II y su familia en 1917 o el del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo en 1914 que propició la Primera Guerra Mundial. El último regicidio del que se tiene noticia ocurrió hace tan solo unos pocos años, en 2001, en pleno siglo XXI, cuando el rey de Nepal Birendra y varios miembros de su familia fueron asesinados a metrallazos por su propio hijo Dipendra, heredero del trono. Hay constumbres que no cambian.

Para saber más: http://www.admin.cam.ac.uk/news/dp/2011012801

Imagen: Enrique de Trastámara asesina a su hermanastro Pedro I, rey de León y Castilla (1410).

mrdomingo

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