Banksy es un mito del arte callejero que ha pasado en los últimos años a convertirse en uno de los artistas de arte contemporáneo más solicitados del mundo. Una paradoja difícil de asumir entre los partidarios de este fenómeno artístico, social y cultural, siempre navegando por las aguas del underground más combativo.
El hombre que decoraba el mundo con sus pullas políticas y sociales en forma de stencils (plantillas), ahora es un artista rico cuyas obras forman parte de las colecciones de arte más importantes del mundo. El mismo que se coló en la Tate Modern de Londres para colgar furtivamente sus obras, el mismo que dejó durante unas horas una monigote con el vestuario de Guantánamo en el parque de Disneylandia, justo el mismo que en 2005 decoró el muro de la vergüenza entre Gaza e Israel con excepcionales mensajes políticos entre la ironía y la denuncia social.
Pero pese a todo, el artista de Bristol sigue sin desvelar su verdadera identidad, escondido tras un halo de misticismo que él mismo ha sabido crearse como si fuera el mayor de los Don Drapers de Madison Avenue. Mitad artista, mitad diseñador gráfico, mitad publicista, su particular marketing de impacto político y social ha triunfado y él parece reírse de todo lo que ha creado. O al menos esa es la sensación que te queda al ver su magnífico documental Exit through the gift shop, donde jugando con la realidad o la ficción (nunca se sabe) nos narra la particular historia de Thierry Guetta, un artista de éxito aparecido de nada.
Intentaré no desvelar demasiados detalles del film pero, en resumen, la historia comienza con el propio Banksy explicando que Thierry Guetta, un francés afincado en Los Ángeles que tiene una tienda de ropa vintage, le quería entrevistar para un documental sobre street art que estaba haciendo y al parecer a Banksy le pareció mucho más interesante este personaje que él mismo, así que decidió hacer un documental sobre la figura de Guetta. A partir de allí vamos descubriendo la particular personalidad de Thierry, un documentalista amateur enfermizo que «curiosamente» es primo del mítico street artist Space Invader y por ello decide realizar un documental sobre el street art, cuyo mayor objetivo era poder hablar con Banksy.
Curiosidades del destino, este documental anda lleno, es el mismo Banksy quien contacta con él al llegar a Los Ángeles y Thierry puede al fin grabar a su ídolo al que acompaña en varias perfomance por todo el mundo e incluso en su debut artístico en Los Ángeles en 2006 repleto de caras famosas como Brad Pitt, Angelina Jolie, Jude Law o Robert Downey Jr.
La vuelta de tuerca definitiva al relato se da cuando Banksy reta, un poco como para quitárselo de encima, a Thierry para que cree su propia obra, momento en el cual empieza el delirio artístico del nacimiento del fenómeno de Mr Brainwash (aka Thierry Guetta). ¿Ficción, realidad o una broma del mismo Banksy? Nunca lo sabremos, aunque desde luego estamos ante una crítica mordaz y realmente divertida de lo superficial del arte contemporáneo. Un artista nacido de la nada que con toneladas de morro, mucho marketing y el toque de la suerte puede acabar convirtiéndose de la noche a la mañana en un afamado artista contemporáneo que se rifan todas las galerías del mundo y que realizará incluso la portada del nuevo disco de Madonna en 2009.
En parte me recordó a esa gran película de Peter Sellers, Being There, de la que ya hablé en otro artículo y que transforma a un inculto jardinero en un gran político. Parece que Banksy nos ha vuelto a dar un buen puñetazo de realidad vestido de arte. Fantástico!
Os dejo el documental entero con subtítulos en castellano:
Para saber más sobre Banksy: La fuerza del arte callejero
Quizás también puedan interesarte:
‘el mayor de los Don Drapers de Madison Avenue’, me ha encantado esa comparación. Muy bueno el artículo, ya ‘conocía’ al tipo en cuestión y mi sensación es la de que se ríe de todo el mundo y hace dinero a su costa.
Gracias Stella, pues el documental está muy bien, míratelo si no lo has visto.
Pronto publicaré mi tradicional top 10 2012, espero tus sabios comentarios cinéfilos.
🙂